Introducción al Coaching

Curso: Introducción al Coaching

5.- Modificar situaciones

Vamos a ver uno de los principales estados que ayudarán a un coacher a realizar modificaciones en la situación de su cliente. Así mismo, veremos cómo enfrentarnos a lo que se denominan “dobles lazos” y conoceremos como realizar cambios en hábitos que se han instalado en el día a día de un individuo.

5.1.- No saber

Para poder ayudar a nuestro cliente desde una conciencia en la que no nos afecte nada exterior o interior y de este modo no realizar presunciones de antemano, debemos de establecer un estado que denominaremos como el “no saber”. Este estado se podría entender como el no estar al corriente de nada de la situación o de la persona que tenemos delante y que vamos a explorar, evitándose así prejuicios que puedan influir en la experiencia del coacher.

5.2.- Dobles lazos

Podemos definir una situación de “doble lazo”, aquella que no te permite “ganar” ningún tipo de beneficio sea cual sea la decisión que tomes con respecto a una situación determinada. Es decir, si dices que sí te equivocas, si dices que no, también te estarías equivocando.

No es de extrañar, que encontremos a nuestros clientes sumergidos en un atolladero parecido a éste, por ejemplo, un caso muy común es el de aquella persona que tiene mucho trabajo y que si deja de hacer algún tipo de informe que es urgente para hacer otro tipo de tarea de igual importancia no estaría realizando su trabajo de forma adecuada y viceversa.

Para hacer salir a nuestro cliente de estos dobles lazos, podemos establecer uno de los métodos que ya hemos visto anteriormente, es decir, hacerle ver la situación como mero espectador u observador. De esta forma, se establecerá una perspectiva diferente y haremos que se establezca un vínculo totalmente distinto entre el escenario que se está visualizando y nuestro cliente. Con esta técnica, resolveremos sin lugar a dudas el estado en el que se encuentra.

Nota: Otro de los métodos para resolver este tipo de conflictos, será utilizar el lenguaje en tercera persona por nuestro cliente, es decir, referirse como él, ella, etc. Así, nuestro cliente dejará de asociarse directamente con el problema y de nuevo, podrá verse en una situación que le permitirá establecer los caminos necesarios para solucionar los problemas.

5.3.- Niveles de aprendizaje

Podemos establecer diferentes niveles de aprendizaje que se pueden dar a la hora de realizar algún cambio en nuestro cliente o en un grupo de personas con las que estemos trabajando. Veamos cuáles son:

- Nivel 0: En este nivel no hay cambios. Engloba los hábitos costumbres, experiencia, etc, que están ya instauradas en una persona o grupo de personas.- Nivel 1: Estableceríamos los primeros cambios graduales que ayudarían a extender las capacidades que ya existen e incrementando la productividad de proyectos que están en marcha.

- Nivel 2: Este nivel constituye un cambio rápido. Se trata de modificar completamente una actitud o comportamiento instituyendo métodos que ayuden a realizar ese cambio.

- Nivel 3: Este cambio es el más agresivo, ya que modifica totalmente el papel de una persona en la empresa, por ejemplo, ocupar otro puesto de mayor responsabilidad en la empresa.

- Nivel 4: Podríamos decir que se trata de adquirir conocimientos nuevos sobre algo que anteriormente era desconocido, como por ejemplo, las nuevas tecnologías.

Está claro que para alcanzar los niveles 1, 2, 3 y 4, dependerá dela situación a la que nos enfrentemos con cada uno de nuestros clientes. Pero lo que no cabe duda, es la importancia del nivel 0, ya que si dejamos que los hábitos ya adquiridos sean la única base a nuestros proyectos, definitivamente no alcanzaríamos nunca nuestros objetivos.

5.4.- Supervivencia

Desde edades muy tempranas, el ser humano establece estrategias de supervivencia para defenderse de situaciones que tiene que afrontar. Cada individuo puede elegir diferentes formas para resolver este tipo de circunstancias, por ejemplo, huir.

Para poder enfrentar cualquier situación existente, es aconsejable tener un amplio abanico de posibilidades que permitan poder elegir cuál es la forma más adecuada de resolver los problemas a los que su cliente tenga que “sobrevivir”.

No siempre se escoge la estrategia de supervivencia adecuada, es más, a veces hemos empeorado la situación que queríamos resolver. Métodos que parecían eficaces, se convierten en pésimas tácticas para establecer una modificación favorable.

Para resolver este tipo de conflictos, de nuevo utilizaremos la técnica del espectador, en la que nuestro cliente verá desde otra perspectiva la situación en la que se encuentra, pero esta vez haremos que “proyecte la película completa”, es decir, aplicará su estrategia de supervivencia y analizaremos los posibles fines conseguidos tras haberla visualizado. Una vez hecho esto, le haremos ver, tomando el panel de crítico que ya estudiamos anteriormente, los pros y contras que puedan darse. De esta forma, estableceremos nuevas estrategias o modificaremos las ya establecidas.